lunes, 18 de agosto de 2008

La revolución del canto

Liberty, Equality, Fraternity recoge varias canciones de la época de la Revolución francesa en una sección aparte: http://chnm.gmu.edu/revolution/chap11a.html. Un recomendable ejercicio es "leer" el selecto repertorio junto con las apreciaciones de Rolf Reichardt acerca de las "culturas de la revolución" en su La Revolución Francesa y la cultura democrática (Madrid, Siglo XXI, 2002), ya que las canciones ofrecen testimonio de varias de dichas culturas: la sansculotte, la jacobina, la reaccionaria, la termidoriana, la militar. A continuación, entrego unas notas que tomé luego de realizar yo mismo el ejercicio.

*"La Marseillaise", centrada en la gloria revolucionaria, verdadero canto épico de la Revolución, saturada de metonias neoclásicas que recuerdan a las que también habrá en el Himno Nacional Argentino. A diferencia de las alegorías del Himno del 21 de enero, tenemos aquí un lenguaje solemne pero fácilmente accesible. En el mismo registro de gloria militar que "La Marseillaise", tenemos el fácilmente comprensible y explícito "Hymne funèbre sur la mort du Général Hoche".

*La versión del "Te-Deum" es un muy buen ejemplo del deísmo naturalista. Todavía en latín, ideal para comprender el espíritu, afín a la reforma constitucional y el girondinismo, de la fiesta de la Federación. Si se quiere comprender el espíritu de la religiosidad revolucionaria oficial, es también imperdible el "Hymne pour la fête des époux", 10 floréal (1798), donde el deísmo naturalista retoma, también en clave neoclásica (¿no festeja Catulo en términos parecidos a Himeneo?), la idea del casamiento como alianza rousseauniana de la pureza de los corazones. Y en el "Chant pour la fête de la vieillesse" nos encontramos con otra intervención de la revolución en aquellos aspectos de la vida más cotidianos, no inmediatamente políticos. La letra destaca por su regularidad métrica, sus imágenes cristalizadas y porque, a diferencia de otras canciones, padece las consecuencias de un estilo demasiado formular: un típico ejemplo de la retórica publicitaria oficial durante la época del Directorio.

*El tono plebeyo del "Ça ira" es sencillamente conmovedor.

*"La Carmagnole", "una sencilla danza popular convertida en una canción del infierno", como la definió Dickens. Fascina el contraste entre la estructura tradicional y el contenido revolucionario de la letra.

*"Ô Richard! Ô mon roi!" Una sola voz, singular, se lamenta por ser la única que apoya al Rey en un universo político que se ha subvertido (L'univers t'abandonne/ Sur la terre il n'est que moi, il n'est que moi / Qui m'intéresse à ta personne, es decir, El universo te abandona / En la tierra sólo yo, sólo yo / me intereso por ti). Ejemplo de la martirología que se formó sobre la figura de Luis XVI, se percibe aquí una exaltación melancólica que será retomada por el romanticismo contrarrevolucionario. Sencillamente exquisito.

* "Réveil du peuple": Esta canción, que delata un origen culto, fue el himno de la reacción termidoriana. Curiosamente, encontramos aquí también un registro neoclásico.

*El "Hymne du 21 janvier" pone en escena un registro alto, neoclásico y alegórico (se trata de una oda) a tono con el jacobinismo oficial. Se habla de un “Etna devorador”, y la composición se cierra con un juego levemente conceptista "Ces français indignes de l'étre!" que delata una cultura retórica. Hay además la polimetría típica de la Oda (el himno empieza con versos largos de doce sílabas y cierra con versos más cortos). Creo que escuchar esto después de "La Carmagnole" y "Ça ira" ilustra perfectamente el contraste entre el centralismo jacobino (que apela a una retórica clásica) y la “democracia directa”, coral, popular, violenta, de los seccionarios de París.

Mariano Sverdloff

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